Si partimos de la base de que la naturaleza es sabia, la vida que se nos concede ¿por qué no ha de serlo igualmente si estamos dentro del sistema? Si aceptamos esa premisa, nuestro paso por la vida vendría a ser como una vela, que tiene sentido su existencia mientras está encendida, dando luz en la oscuridad. Siguiendo con el símil de la vela, en nuestra vejez debemos transmitir toda luz o nuestras experiencias y sabiduría a nuestros descendentes. De no ser así ¿qué sentido tiene la vida? Al envejecer, nos queda menos luz, y cuando se acabe esta pasaremos a otro estado para volver a vivir tal como lo hace el mundo vegetal. Es el ciclo de la vida; luego... ¿por qué hemos de tener miedo a envejecer, a la muerte? O... ¿Será que al no aceptar el sistema natural, somos víctimas de nuestras acciones en otro sistema antinatural y entramos en el mundo oscuro del miedo a lo desconocido?
Todo lo anterior viene a cuento como reflexión en la tercera edad a la aptitud ante la vida que algunas personas observan con miedo pánico o ansiedad sobre todo cuando les toca lidiar con una enfermedad de cierta gravedad.
«Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena» con lo cual estamos preparados para dar el salto al vacío.
El salto al vacío Me da miedo ese nombre tuyo camino mi sendero disfrutando de la vida
ResponderEliminarNo salto mas y menos al vacío un abrazo enorme
Es cuestión de mentalizarse bien. Dar un salto en la tierra es matarse pero en el cieloooo
EliminarJoder, joder, joder, menudo salto al vacío, ¿quien está preparado para hacerlo?.
ResponderEliminarSaludos
Nosotros me temo que no desde luego. Lo jodido es que no queremos saltar pero cada día estamos mas cerca de que nos den un empujón por cojones...
EliminarMe quedé con esta frase:«Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena»me gustó,cariños.
ResponderEliminarCuando estemos en la punta el trampolín para dar el salto, es cuestión de invocar a Dios y a todos los santos para al menos se nos acerque un Angel que nos llevará en andas.
ResponderEliminarSalut