Drauzio Varella |
No es la primera vez que edito un post basado en las apreciaciones y consejos del prestigioso médico oncólogo y escritor brasileño Drauzio Varella, es muy interesante lo que nos dice sobre las diferentes etapas de la vida y sus sabios consejos para vivir sano y feliz. Cuando nos salimos del "buen camino", es preciso volver a situarnos, centrarnos, corregir el rumbo, con los años se nos olvidan las cosas y es necesario volver a leer lo que no debimos olvidar. Para llegar a los 100ypico, hemos de saber vivir y llevar buenas prácticas desde jóvenes, no esperar a ser mayorcito.
DEFINICIONES
a) Tercera Edad:
Oficialmente comienza a los 60 años y se supone que termina a los 80, pero no hay consenso.
b) Cuarta Edad o Vejez:
Se inicia a los 80 años y termina a los 90.
c) Longevidad:
Se inicia a los 90 y termina cuando uno muere.
VEJEZ SALUDABLE
Nadie está sano después de los 50. Sanos están los jóvenes; los viejos tienen siempre uno o varios achaques que son propios de la edad. De lo que se trata entonces es de envejecer saludablemente, es decir, con los achaques controlados y sin complicaciones.
GENÉTICA
Si quieres saber cuánto vivirás y como llegarás a esa edad, mira o recuerda a tus padres. La carga genética es fundamental para establecer un pronóstico de vida. Quien tuvo cáncer o infarto antes de los 60 lo transmitirá en los genes a sus hijos por lo que éstos tendrán mayor probabilidad de desarrollar las mismas enfermedades. Lógicamente el desarrollo de una enfermedad crónica requiere la presencia de varios factores, pero el genético es sólo uno de ellos.
NO HAY ATRACÓN GRATUITO
“Somos lo que comemos” dicen los naturistas y no les falta razón. Si además de tener una carga genética desfavorable, te pones 3 o 4 cucharaditas de azúcar en cada café que tomas, saboreas todas las pieles del pollo asado y te relames con las cortezas de cerdo del aperitivo del fin de semana, estás convirtiendo tus arterías en cañerías atascadas.
Luego, no habrá buena circulación, no habrá buena oxigenación, lo que equivales a muerte celular o, dicho de otro modo, envejecimiento acelerado o prematuro.
En consecuencia, si quieres tener una vejez saludable, a partir de los 50 años cuida tu alimentación y deja de comer cosas “químicas”, de abusar de las grasas…
Un buen desayuno, un buen almuerzo y una pésima cena son la clave para equilibrar tu medio interno.
VIVA EL TRAGO
Aparejada a la dieta está la bebida. Abandona todas las bebidas gaseosas; esas las pueden tomar los jóvenes y con mesura, nosotros no. Todos esos líquidos tienen carbonato de sodio, azúcar y cafeína. A nuestra edad, estas sustancias vapulean al páncreas y al hígado hasta desgastarlos. Toma mejor limonada, zumos… Hasta la cerveza es preferible ya que se hace con agua hervida, tiene componentes naturales y no contiene sodio.
Por otro lado hay bastante evidencia clínica que demuestra que el consumo moderado de alcohol después de los 50 años mejora la calidad de vida pues tiene tres efectos definidos:
vasodilatador coronario.
Disminuye el colesterol.
Es un sedante moderado.
En consecuencia, y de forma práctica, a la hora del almuerzo o por la noche, cuando llegues a tu casa y ya no tengas que conducir, pégate un lingotazo. Los licores más recomendados son el whisky, el vino tinto y el aguardiente puro.
En lugar de tomar nitroglicerina para dilatar las arterias, o estatinas para bajar el colesterol, o un valium para estar tranquilo, consigues todo eso con un buen trago. Y si lo haces en compañía de las personas que quieres, el efecto se duplica.
Ahora bien, sólo una advertencia: consumo moderado equivale a uno o dos vasos, porque si te pasas todos los días, el efecto es exactamente el contrario y te matará más rápido de lo que te imaginas.
TAMPOCO HAY QUE SER ESTRECHO
Esto quiere decir que todas estas pautas son buenas, pero sin exagerar y, sobre todo, sin dogmatizar. Si haces una barbacoa para tu familia o tus amigos, no vengas con que “no como chorizo porque es muy grasiento” o “mi médico me ha dicho que solo beba dos copas y punto”.
Nada reemplaza la alegría y el placer de compartir con los que te quieren; no hay grasa ni copa que no se pueda metabolizar en una buena tarde de esparcimiento.
Los mecanismos de compensación de nuestro cuerpo son aún poco conocidos, pero así sucede: si disfrutas verdaderamente, el “pecado mortal” dietético se transforma en “venial”.
NADIE ME QUITARÁ LO BAILADO
Eso es absolutamente cierto porque todo lo que comas y bebas te dejará huella y, cual retrato de Dorian Gray, tu cuerpo lo mostrará en la vejez.
Las noches de juerga, los atracones, los excesos de todo tipo harán la vida de viejo muy desgraciada. Y no solamente a ti, sino a tu familia.
PÉRDIDAS
La principal desgracia para un anciano es la soledad. Lo habitual es que las parejas no lleguen a viejos juntas: siempre alguien se va primero, con lo que se desequilibra todo elstatu quo que sostenía a los componentes de la pareja. El viudo o viuda comienza a ser una carga para su familia.
Traten de no perder –mientras tengan lucidez- el control de su vida. Eso significa, por ejemplo: yo decido cuándo y con quién salgo, qué como, cómo me visto, a quién llamo, a qué hora me acuesto, qué leo, en qué me distraigo, qué compro, en donde vivo, etc. Porque, cuando ya no puedas hacer todo eso, te habrás transformado en un plomo completo, en un lastre para la vida de los demás.
FINAL
Lo importante es mantener la independencia dentro de la dependencia. Es decir, dentro de nuestras limitaciones que irán creciendo con la edad, debemos ser nosotros mismos y controlar nuestra vida. Es el único camino para llegar a no ser una incomodidad para los demás.
Oficialmente comienza a los 60 años y se supone que termina a los 80, pero no hay consenso.
b) Cuarta Edad o Vejez:
Se inicia a los 80 años y termina a los 90.
c) Longevidad:
Se inicia a los 90 y termina cuando uno muere.
VEJEZ SALUDABLE
Nadie está sano después de los 50. Sanos están los jóvenes; los viejos tienen siempre uno o varios achaques que son propios de la edad. De lo que se trata entonces es de envejecer saludablemente, es decir, con los achaques controlados y sin complicaciones.
GENÉTICA
Si quieres saber cuánto vivirás y como llegarás a esa edad, mira o recuerda a tus padres. La carga genética es fundamental para establecer un pronóstico de vida. Quien tuvo cáncer o infarto antes de los 60 lo transmitirá en los genes a sus hijos por lo que éstos tendrán mayor probabilidad de desarrollar las mismas enfermedades. Lógicamente el desarrollo de una enfermedad crónica requiere la presencia de varios factores, pero el genético es sólo uno de ellos.
NO HAY ATRACÓN GRATUITO
“Somos lo que comemos” dicen los naturistas y no les falta razón. Si además de tener una carga genética desfavorable, te pones 3 o 4 cucharaditas de azúcar en cada café que tomas, saboreas todas las pieles del pollo asado y te relames con las cortezas de cerdo del aperitivo del fin de semana, estás convirtiendo tus arterías en cañerías atascadas.
Luego, no habrá buena circulación, no habrá buena oxigenación, lo que equivales a muerte celular o, dicho de otro modo, envejecimiento acelerado o prematuro.
En consecuencia, si quieres tener una vejez saludable, a partir de los 50 años cuida tu alimentación y deja de comer cosas “químicas”, de abusar de las grasas…
Un buen desayuno, un buen almuerzo y una pésima cena son la clave para equilibrar tu medio interno.
VIVA EL TRAGO
Aparejada a la dieta está la bebida. Abandona todas las bebidas gaseosas; esas las pueden tomar los jóvenes y con mesura, nosotros no. Todos esos líquidos tienen carbonato de sodio, azúcar y cafeína. A nuestra edad, estas sustancias vapulean al páncreas y al hígado hasta desgastarlos. Toma mejor limonada, zumos… Hasta la cerveza es preferible ya que se hace con agua hervida, tiene componentes naturales y no contiene sodio.
Por otro lado hay bastante evidencia clínica que demuestra que el consumo moderado de alcohol después de los 50 años mejora la calidad de vida pues tiene tres efectos definidos:
vasodilatador coronario.
Disminuye el colesterol.
Es un sedante moderado.
En consecuencia, y de forma práctica, a la hora del almuerzo o por la noche, cuando llegues a tu casa y ya no tengas que conducir, pégate un lingotazo. Los licores más recomendados son el whisky, el vino tinto y el aguardiente puro.
En lugar de tomar nitroglicerina para dilatar las arterias, o estatinas para bajar el colesterol, o un valium para estar tranquilo, consigues todo eso con un buen trago. Y si lo haces en compañía de las personas que quieres, el efecto se duplica.
Ahora bien, sólo una advertencia: consumo moderado equivale a uno o dos vasos, porque si te pasas todos los días, el efecto es exactamente el contrario y te matará más rápido de lo que te imaginas.
TAMPOCO HAY QUE SER ESTRECHO
Esto quiere decir que todas estas pautas son buenas, pero sin exagerar y, sobre todo, sin dogmatizar. Si haces una barbacoa para tu familia o tus amigos, no vengas con que “no como chorizo porque es muy grasiento” o “mi médico me ha dicho que solo beba dos copas y punto”.
Nada reemplaza la alegría y el placer de compartir con los que te quieren; no hay grasa ni copa que no se pueda metabolizar en una buena tarde de esparcimiento.
Los mecanismos de compensación de nuestro cuerpo son aún poco conocidos, pero así sucede: si disfrutas verdaderamente, el “pecado mortal” dietético se transforma en “venial”.
NADIE ME QUITARÁ LO BAILADO
Eso es absolutamente cierto porque todo lo que comas y bebas te dejará huella y, cual retrato de Dorian Gray, tu cuerpo lo mostrará en la vejez.
Las noches de juerga, los atracones, los excesos de todo tipo harán la vida de viejo muy desgraciada. Y no solamente a ti, sino a tu familia.
PÉRDIDAS
La principal desgracia para un anciano es la soledad. Lo habitual es que las parejas no lleguen a viejos juntas: siempre alguien se va primero, con lo que se desequilibra todo elstatu quo que sostenía a los componentes de la pareja. El viudo o viuda comienza a ser una carga para su familia.
Traten de no perder –mientras tengan lucidez- el control de su vida. Eso significa, por ejemplo: yo decido cuándo y con quién salgo, qué como, cómo me visto, a quién llamo, a qué hora me acuesto, qué leo, en qué me distraigo, qué compro, en donde vivo, etc. Porque, cuando ya no puedas hacer todo eso, te habrás transformado en un plomo completo, en un lastre para la vida de los demás.
FINAL
Lo importante es mantener la independencia dentro de la dependencia. Es decir, dentro de nuestras limitaciones que irán creciendo con la edad, debemos ser nosotros mismos y controlar nuestra vida. Es el único camino para llegar a no ser una incomodidad para los demás.
pero, veamos, Toni: ¿No quedamos que a partir de los 100 hablamos?
ResponderEliminarAmigo Enrique, ahora hablamos de este mundo, después de los 100, hablaremos del otro mundo, aun queda y tengo que empollarme un poco
ResponderEliminarGracias Toni, ya me dejas más tranquilo
EliminarMuy buenos consejos. Gran artículo.
ResponderEliminarToni mejoras con el tiempo, sigue así que vas bien.
Y que seria de mi sin vuestros sabios comentarios
EliminarGracias Francisco
Bueno pues vamos por esos 100 y luego ya hablaremos...
ResponderEliminarJoder Toni con esta parrafada ya no se si puedo comer chorizo o no, y el vaso de vino que tamaño debe tener.....En fin, lo mejor es el párrafo de "que te quiten lo bailao", porque si te quitas del vasito de vino y los callos de los viernes y luego te cae una grua encima, eso que pierdes.....Bueno, en serio, está muy bien, a disfrutar pero con moderación y controlando.
ResponderEliminarHartate Refalico! que en el otro mundo, no se si dan bien de comé
ResponderEliminarHola, Toni: Como todos poseemos un interés natural por nuestra salud es que ya sabemos en general lo que tú expones. Pero qué bien nos hace el que podamos recordarlo y leer los comentarios condimentados de humor. Ingresar a tu blog es como pasar a una reunión de amigos y amigas. ¡Salud!.
ResponderEliminarVicente, todos los seguidores de este blog, en principio los considero amigos, on-line pero amigos aunque estea definicion de amigos este por repasar
ResponderEliminarHablado de salud, doy por hecho que generalmete se sanben la mayoria de cosas que se editan, pero como bien dices es necesario recordarlas, aun y así lo que nos cuesta llevar una vida bien llevada!
Salud compañero, desde barcelona PD: tuve un primo Chileno