El hombre hacía un hoyo de 70 u 80 cms de profundidad y
continuaba hacia delante. La mujer venía detrás de él y rellenaba el hoyo.
Los dos pasaron por delante de donde estaba el hombre
del refresco y continuaron a lo largo de la carretera. Este último pensó...
"No puedo aguantar esto", tiró el bote al contenedor de la basura, y
se dirigió por la carretera hacia los dos.
- Esperen, esperen un momento -
me pueden explicar que es lo que están haciendo, ¿con todo esto de excavar y
rellenar los hoyos?"
- Pues mire Vd., trabajamos para el gobierno, y simplemente
hacemos nuestro trabajo - dijo la mujer.
- Pero uno de Vds. está cavando un hoyo y el otro lo está
volviendo a rellenar, no están produciendo nada, ¿no creen que están
derrochando el dinero de los contribuyentes?"
- Ud. no lo entiende, señor - dijo el hombre, apoyándose en
su pala y secándose el sudor - normalmente somos tres los que trabajamos: Pepe, Mari y yo. Yo excavo el hoyo, Juan mete el árbol en el hueco, y Mari vuelve a
rellenarlo con la misma tierra que hemos sacado.
- Y debido a los recortes, han despedido a Juan... Así que ahora
solo quedamos Mari y yo.
Tendría maldita la gracia que algo así pudiera pasar en la realidad, aunque todo es posible en este país de las maravillas
ResponderEliminarTenemos unos árboles en los parques del pueblo que están tocados, se les vacía el tronco interiormente y acaban secándose, pero llevan plantados unos 30 años y aun aguantan. Este año por las fiestas y por motivos de espacio para hacer los fuegos artificiales, sabes que ha hecho el Ajuntament? cortar toda una hilera de esos árboles que podrían haber durado varios años mas; osea que no estamos tan lejos del chiste
EliminarSalut i força Marcos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarJajajaja, ¡Muy bueno y tiene 'su aquel'
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog....
Un abrazo.