Hoy, se celebra una gran manifestación en barcelona en contra del terrorismo. Hay quienes pensamos que que no se debería hacer esta manifestación por entender que es hacerles el juego a los terroristas, que verán complacidos por los medios de comunicación como han conseguido movilizar a tanta gente, es lo que buscan! ser el centro de atención, sembrar el pánico, ser protagonistas, como aquel espacio televisivo de hace algunos años, Reina por un día, además, les espera su Dios con los brazo abiertos para glorificar-los. Pero también entiendo a quienes opinan lo contrario, osea que es bueno y aconsejable el demostrar unidad frente al terrorismo con una manifestación..entonces, quien tiene la razón?. Para salir de dudas y reflexionar sobre el tema os dejo a continuación un cuento Taoísta, inspirado en la dualidad de las cosas, el Ying y el Yang.
Había una vez dos monjes que paseaban por el jardín de un monasterio taoísta. De pronto uno de los dos vio en el suelo un caracol que se cruzaba en su camino. Su compañero estaba a punto deaplastarlo sin darse cuenta cuando le contuvo a tiempo. Agachándose, recogió al animal. "Mira, hemos estado a punto de matar este caracol, y este animal representa una vida y, a través de ella, un destino que debe proseguir. Este caracol debe sobrevivir y continuar sus ciclos de reencarnación." Y delicadamente volvió a dejar el caracol entre la hierba.
"¡Inconsciente!", exclamó furioso el otro monje. Salvando a este estúpido caracol pones en peligro todas las lechugas que nuestro jardinero cultiva con tanto cuidado. Por salvar no sé qué vida destruyes el trabajo de uno de nuestros hermanos.
Los dos discutieron entonces bajo la mirada curiosa de otro monje que por allí pasaba. Como no llegaban a ponerse de acuerdo, el primer monje propuso: "Vamos a contarle este caso al gran sacerdote, él será lo bastante sabio para decidir quién de nosotros dos tiene la razón."
Se dirigieron entonces al gran sacerdote, seguidos siempre por el tercer monje, a quien había intrigado el caso. El primer monje contó que había salvado un caracol y por tanto había preservado una vida sagrada, que contenía miles de otras existencias futuras o pasadas. El gran sacerdote lo escuchó, movió la cabeza, y luego dijo: "Has hecho lo que convenía hacer. Has hecho bien". El segundo monje dio un brinco. "¿Cómo? ¿Salvar a un caracol devorador de ensaladas y devastador de verduras es bueno? Al contrario, había que aplastar al caracol y proteger así ese huerto gracias al cual tenemos todos los días buenas cosas para comer. El gran sacerdote escuchó, movió la cabeza y dijo "Es verdad. Es lo que convendría haber hecho. Tienes razón."
El tercer monje, que había permanecido en silencio hasta entonces, se adelantó. "¡Pero si sus puntos de vista son diametralmente opuestos! ¿Cómo pueden tener razón los dos?" El gran sacerdote miró largamente al tercer interlocutor. Reflexionó, movió la cabeza y dijo: "Es verdad. También tú tienes razón."
Jajaja, muy buena reflexión y hecha oportunamente.
ResponderEliminarMe hiciste sonreir
ResponderEliminarla vida siempre es bella hasta en momentos terribles
abrazos
Oportuna, muy oportuna y válida, amigo Toni ... bravo.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
Gracias a los tres Tracy, Recomenzar y Enrique, que haría sin vosotros
ResponderEliminarGracias amigos galácticos y un abrazo