Hace semanas que arrastro un costipao mal curado, o varios, el caso es que no acabo de estar limpio y a la mas mínima recaigo; achaques de la edad?
Aunque tienen características comunes, estas enfermedades son diferentes y, por tanto, sus tratamientos no son los mismos. Y elegir el adecuado es fundamental para acabar con ellas.
Aunque tienen características comunes, estas enfermedades son diferentes y, por tanto, sus tratamientos no son los mismos. Y elegir el adecuado es fundamental para acabar con ellas.
Congestión nasal, ojos llorosos, tos… son algunos de los síntomas que nos indican que estamos ante el primer resfriado o gripe de la temporada. Pero ¿a cuál de ellos nos enfrentamos? Aunque parezcan lo mismo, no lo son:
-La gripe es una enfermedad respiratoria aguda cuyo responsable es un solo virus (influenza), mientras que el resfriado es una infección de las vías respiratorias altas (nariz y garganta) que puede estar causada por más de 200 virus diferentes.
-La primera aparece en invierno, mientras que el segundo puede darse en cualquier época, sobre todo en los cambios de estación (aunque son más frecuentes en invierno porque se pasa más tiempo en lugares cerrados, lo que facilita el contagio). Además, con el frío baja la humedad del aire, los virus sobreviven mejor y las mucosas se resecan, favoreciendo la infección.
-No hay vacuna para prevenir los resfriados, pues es imposible combatir un número tan elevado de patógenos, pero sí existe una muy eficaz contra la gripe.
1. EVITAR EL CONTAGIO (en los dos casos)
Los virus ‘viajan’ por el aire en las gotas de saliva que la persona enferma expulsa al toser, hablar o estornudar y así pasan a un huésped sano. También podemos enfermar al tocar objetos contaminados si después nos llevamos las manos a los ojos, la nariz o la boca. Lavarnos muy bien las manos, con frecuencia y cada vez que nos limpiemos la nariz es la mejor prevención. Además, hay que cubrirse la boca con un pañuelo desechable al toser y estornudar (utilizarlo siempre para sonarse) y tirarlo enseguida, ventilar bien las habitaciones donde haya enfermos y evitar el humo del tabaco y los ambientes cargados o con aglomeración de personas. Por último, en el caso de la gripe es importante la vacunación, sobre todo en la población más vulnerable: mayores de 65 años, enfermos crónicos, trabajadores sanitarios...
2. RECONOCER LOS SÍNTOMAS
Las molestias propias del resfriado, así como su intensidad, varían de unas personas a otras. Aparecen 48 horas después del contagio, empeoran durante los primeros cinco días y suelen durar alrededor de una semana. Los más habituales son congestión y mucosidad nasal, estornudos, irritación de garganta, ojos llorosos, escalofríos, malestar general, dolores musculares, tos y fiebre ligera. Cuando se trata de un proceso gripal, los síntomas aparecen de forma brusca y son más intensos. La fiebre es alta, los dolores musculares, articulares y de cabeza son importantes, la tos es fuerte y persistente. Los síntomas se mantienen durante más días y el periodo de recuperación es más largo que en el caso del resfriado.
3. ACERTAR CON EL TRATAMIENTO
Ambos procesos se curan de forma natural. Mientras tanto, lo que puedes hacer es intentar aliviar las molestias:
-Hay que beber líquidos en abundancia para mantener un buen nivel de hidratación, humidificar las mucosas y arrastrar las secreciones y despejar la nariz con lavados de suero salino.
-La equinácea, una planta que se utiliza para combatir las infecciones de las vías respiratorias altas, es eficaz para el tratamiento temprano de los resfriados y reduce su duración e intensidad. También da buenos resultados el propóleo, una sustancia elaborada por las abejas para construir, reparar y proteger las colmenas, ya que por sus características tiene actividad antibacteriana y antivírica.
-Existen fármacos que ayudan a aliviar los distintos síntomas, pero pueden tener efectos secundarios; por ello, conviene que consultes con el farmacéutico. Cuando se trate de niños, ancianos o personas que toman otra medicación, deberás decírselo al médico.
-Para los dolores de cabeza o musculares, el malestar general y bajar la fiebre cuando es elevada, puedes tomar ibuprofeno, paracetamol o ácido acetilsalicílico. Importante: este último no está recomendado en menores de 14 años porque puede provocar una grave inflamación cerebral y hepática, el síndrome de Reye.
¿ANTIBIÓTICOS? NO, GRACIAS
Tanto la gripe como el resfriado son infecciones víricas, por lo que no tiene sentido tomar antibióticos en ninguno de los dos casos, ya que resultan totalmente ineficaces. Estos fármacos sólo son efectivos cuando los síntomas están causados por bacterias, y si se toman innecesariamente hacen que éstas se hagan resistentes a ellos, un problema que va en aumento en todo el mundo y que está provocando que las enfermedades infecciosas sean más graves.
Información extraida de miarevista.es
Buenos consejos, y ojalá te encuentres pronto bien. Hay mucha gente resfriada y con gripe, y más con los fríos que se esperan.
ResponderEliminarSalud Toni.
A este paso leyendo estos artículos no hace falta mucho que vayamos al médico
ResponderEliminarSaludos