Un ratón mirando por un agujero de la pared, ve al granjero y su esposa abrir un paquete. Quedó aterrorizado al ver que era una trampa para ratones! Fue corriendo al patio a advertirle a todos. Hay una ratonera en casa! hay una ratonera! La gallina que estaba cacareando y escarbando le dice: "disculpe sr ratón yo entiendo que es un
gran problema para ud, pero no me perjudica en nada", entonces fue hasta el cordero y le dice lo mismo: "disculpe sr ratón pero no creo poder hacer algo mas que pedir por ud en mis oraciones", el ratón se dirigió a la vaca y ella le dijo: "pero acaso estoy en peligro? pienso que no! dijo la vaca", el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran barullo como el de la ratonera atrapando su víctima, la mujer corrió a ver que había atrapado!!! En la oscuridad ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente veloz mordió a la mujer, el granjero la llevo inmediatamente al hospital, ella volvió con fiebre alta. El granjero para reconfortarla le preparo una nutritiva sopa, agarro el cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina; como la mujer no mejoro los amigos y vecinos fueron a visitarlos, el granjero mato al cordero para alimentarlos, la mujer no mejoro y murió, el esposo vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral..! La próxima vez que alguien te cuente su problema y creas que no te afecta por que no es tuyo y no le prestes atención, piensalo dos veces, el que no vive para servir no sirve para vivir. El mundo no anda mal por la maldad de los malos sino por la apatía de los buenos...Así que cuando alguien necesite d ti por sus problemas tiendele la mano o dale una palabra de aliento.
Muy bueno si señor. Pero por desgracia, cada vez va uno más a lo suyo, sin prestar atención a los demás. Pero cuando a nosotros nos toca la china si que nos gusta que nos echen una mano.
ResponderEliminarSalud Toni.
Pues sí Rafa, si queremos que algún día nos echen una mano, tenemos que empezar por hacer lo mismo
EliminarSalud sin la china
Hemos cambiado la antigua solidaridad por el individualismo, la preocupación por el egoísmo de satisfacer el propio yo. Y así las necesidades de los otros no nos preocupan, como si no fueran con nosotros, como si el lugar de nacimiento nos diera un derecho preferente.
ResponderEliminarAsí es Marcos, el mal de todos nuestros males, el egoísmo
EliminarSalut
Tu cuento me ha recordado esto: Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío. Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
ResponderEliminarAunque esta frase siempre se le achaca a Bertolt Brecht quien lo manifestó fue Martin Niemöller.
Saludos
Buen comentario nos aportas Emilio. El silencio muchas veces se hermana con la precaución pero también con la cobardía.
EliminarSalud
Conocía el cuento, Toni, pero me ha encantado recordarlo. Deberían contarlo en las escuelas.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues yo seré masa antiguo, no lo conocia
EliminarUn abrazo ENrique
Amigos, como os dejáis manipular por unas informaciones al servicio de intereses ocultos. Hay que escuchar a todas las partes y no fiaros de la versión que dio el granjero.
ResponderEliminarLa verdadera historia, que conozco de primera mano, por que me la contó mi primo que conocía a un vendedor de piensos que le dijo que un vecino le había dicho que la hermana de su cuñada se la había contado con pelos y señales.
Pues resulta que el granjero estaba hasta los cataplines de su mujer por que no paraba de flirtear con un guaperas que iba en representación del gremio de ganaderos.
Así que primero hizo un seguro a los animales. Bueno a todos menos al ratón y a la serpiente, los cuales había domesticado para que colaboraran con él a cambio de darles manutención de por vida. Vamos, una pensión vitalicia. Posteriormente montó la pantomima de la ratonera, que no era una trampa para cazar ratones, no. Era una trampa para su mujer!!!! Claro que su intención solo era darle un susto y se le fué la mano, por lo que lamentó no haberle hecho a ella también un seguro igual que se lo hizo a la vaca y compañía. Pero bueno, como estaba bien montado económicamente, al cobrar el seguro, no tardo en sustituirla. A la vaca, no a la mujer. Si es que en el fondo la quería, pero le ponía de los nervios con sus manías: que tienes que ducharte; que no dejes los calcetines en el frutero; que te limpies las narices con el pañuelo y no en el mantel. En fin con chorradas.
Lo dicho, a ver si antes de hacer comentarios os informáis mejor.
Buenísimo, cachondo y genial comentario Refalico, pero un consejo, el hacer comentarios a tiro pasado, como que no te va a leer nadie, es como el periodico de antes de ayer.
ResponderEliminarUna lástima, como te idgo, es no haberlo hecho el mismo dia, bueno, espero que alguien se vierta leyendolo
Buenísimo, cachondo y genial comentario Refalico, pero un consejo, el hacer comentarios a tiro pasado, como que no te va a leer nadie, es como el periodico de antes de ayer.
ResponderEliminarUna lástima, como te idgo, es no haberlo hecho el mismo dia, bueno, espero que alguien se vierta leyendolo