Le cuentan al camarero qué tipo de festejo celebraban y entonces los ubica en un lugar romántico para que disfruten de la cena.El viejecitodice:-Mi Reina, ¿dónde quieres sentarte?-Aquí, dice la anciana.-Mi Princesa, ¿quieres un aperitivo para comenzar?-Sí, un jerez, gracias.-Mi Ángel, ¿qué te gustaría comer?Ella pide la carta y hace su pedido.
-Mi Amor, y ¿qué vino quieres?El camarero no podía creer lo que oía
.De repente la anciana se va al baño, y su marido le dice:
-Ve, mi Vida, yo te espero aquí.La anciana se va al baño y el camarero, sorprendido, le pregunta al anciano:
-¿Cómo después de tanto tiempo llama Ud. a su mujer con esas palabras tan bonitas?
:" Mi reina, mi ángel, mi princesa, mi vida". Me tiene impresionado.El anciano lo mira y responde:
-¡¡ES QUE NO ME ACUERDO COMO SE LLAMA LA JODÍA
!!
Sí, Toni, se nos va olvidando hasta el nombre de la amante... ¡Perdón, perdón! de la mujer...
ResponderEliminarUn abrazo, Tocayo.
Lo mas importante, no olvidarse vivir!!
EliminarUn abrazo
Si tienes la picardía de que ambas se llamen igual, y gasten la misma colonia, puedes hasta delirar. Es por si pierdes la memoria.
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ResponderEliminarSi hablamos de mujer y amante, pues no está mal la idea Marcos, tambien puedes cogerte y pasarte al islam, total estamos invadidos de moros por todos lados.
ResponderEliminarSalut